En la mitología clásica uno de los momentos más destacados de ésta, se encuentra en la famosa Guerra de Troya. Guerra que como muchos otros conflictos vino desatada por el amor de una mujer. París, un joven pastor ajeno al mundo de los dioses, se vió obligado, por voluntad de Zeus, a elegir a la diosa más hermosa del Olimpo.
Las participantes, Hera, Atenea y Afrodita, dispusieron su armamento para que cada una fuera la elegida. Finalmente, Afrodita salió vencedora y cumplió su promesa: hacer que Helena y Paris estuvieran juntos. El final, es por todos sabido, Paris se llevó a Helena, esposa de Menelao, a Troya provoncando la guerra que lleva su nombre.
En la actualidad podemos hacer un simil de esta leyenda o mito clásico sobre los tiempos que corren en España y su apego ideológico. Sin ir muy lejos podemos observar toda la marabunta de conflictos que se acercan con la elección de la letra del Himno de España. La letra de la discordia se disputa entre varios bandos, el PP quiere que se lleve al Congreso la elección de la letra; el Psoe ya ha designado que sea la SGAE y el Comite Olímpico los que se encarguen de la elección de la lentra, antes de final de año. Es muy curioso que el Gobierno de España desee que la designación de la letra esté antes de final de año, cuando el himno lleva siglos sin letra. Da mucho que pensar.
Esperemos que la designación de la letra no sea un rapto, como sucedió en el caso de Helena, y desencadene una guerra, entre los bandos políticos españoles, ya que lo que debe primar ante todo es la unidad nacional.
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